Porque tu no eres yo y yo soy yo misma.
Porque sin tí estoy mejor, porque sin tí soy libre.
Cada lagrima que derramé regó un arbol.
Un arbol que maduró un arbol que soy yo.
Y aunque extraño saberte...
No entiendo porque éste enfermizo juego seguía.
Tu controlabas todo con tu consola,
Yo caminaba ingenua por la pantalla.
La pantalla que refleja una relación que llegó a ser falsa.
Que me hizo sentir tenue, que me hizo caminar descalza.
Nunca más gracias...
Nunca más tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario